jueves, 10 de mayo de 2007

Se confabulan las fuerzas del mal...

...para que hoy no sea un día bien aprovechado. Está claro como el agua.

En un loco frenesí de ilusión y de responsabilidad decidí anoche, pese a que eran la una y veinticinco y pese a la visible cronificación de mi estado de guiñapo (las lesiones de mi faz dan fe!), poner el despertador para las ocho. En un arranque maniaco visualicé como producía páginas y páginas de glorioso paper desde las nueve de la mañana.

No pudo ser, claro.

A las 8.00 decidí que me levantaba a las 8.30. El proceso repitióse cada media hora hasta que a las 10.00 por fin posé mi delicado piececito sobre la tarima flotante (y esto sólo porque alguien que no soportaba oir el despertador una vez más me pateaba la retaguardia desde el otro lado de la cama)

A las 12.10 salía por la puerta en un estado de desconcierto fascinante. Que nadie me pregunte qué reberzas hice entre las 10.00 y las 12.10, porque NO LO SÉ (tengo recuerdos difusos de haberme vestido, desayunado, llamado por teléfono y transferido una carpeta con archivos a una memoria, pero el que cada uno de estos cuatro sencillísimos actos haya podido consumir al menos 30 minutos es cuanto menos misterioso)

A las 12.15 atravesaba La Obra sorteando obreros y demás operarios de la construcción, esta vez en mayor número que de costumbre y más obscenos que de costumbre.

Son las 15. 48 y he escrito tres renglones (tres!) de mi paper.

Hay días en que no hay como uno mismo para ponerse la zancadilla a sí mismo.

2 comentarios:

Juan A. Mayoral dijo...

Hola Maaaaaaaaarta!!! Tras varios avatares he conseguido hacerte un comment en tu blog, GUUuuuuuuuuuuau. Uff, lo que me ha costado. Te felicito por la iniciativa y te animo a que si sigas escribiendo con tanto énfasis e imaginación. Un abrazo muy fuerte.

MARMOTE dijo...

Hombre Juanan!!! Por fin!!! Grande, muy grande!! Agradezco mucho el esfuerzo y espero que vengas por aquí más a menudo!
Abrazote de Marmote