lunes, 9 de julio de 2007

Retonno veraniego

Tras semanas de duras sesiones de encarnizada lucha ora en el ring, ora en el barro, Hulk Marmote (también conocida como "El Tigre de Fuencarral" y digno baluarte de los pesos pluma) quemó el viernes los guantes y se retiró a parajes bucólicos a pasar un fin de semana de vida monacal. Los siete chefs y cinco sommeliers que componen su habitual séquito confirman que cató con inmejorable apetito todo tipo de manjares rústicos y que gozó de unos días de reposo y tranquilidad.

Y a día de hoy, lunes, Hulk Marmote está de vuelta en la capital. Ya ha o(k?)upado su nuevo despacho y trata de demorar el momento de una nueva ronda en el ring con el peso pesado Brutus Clay, que también responde al nombre del Quehacer Doméstico. Por lo demás, no tenemos más novedad que un insidioso eritema solar, una jartá de proyectos(que nada tienen que envidiar a la más detallada lista de propósitos de año nuevo) y la esperanza de que de alguna manera las causas más nobles, justas y urgentes irán siendo atendidas (San Expedito, quiéreme y oído al parche...)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como bien sabes ese lugar que ahora oCupas (ha habido consentimiento de su legítimo "propietario", no hay riesgo de interveción de la Guardia Civil) ha sido la base de operaciones de los grandes ociosos de la Santa Casa. Espero (en realidad estoy convencido) de que darás la talla para que tu nombre se sume al de Los Elegidos.

¡Larga gloria a San Expedito!

Anónimo dijo...

Qué bien que ahora tienes un sitio nuevo para, en tus propias palabras, sembrar el caos y la destrucción! Pronto se formará un pequeño microcosmos alrededor de tu nueva mesa donde las reglas de la realidad dejarán de regir. Os imagináis un universo diseñado por Marmote? Será todo un testamento a la belleza del diseño inteligente como fruto de la lógica y la racionalidad llevadas a extremos inimaginables (es decir, inimaginable para nosotros, no para marmote, por supuesto)!

MARMOTE dijo...

Juególogo: Supones bien. Tan bien, que ya llevo una semana dando más que la talla.

(En cuanto a San Expedito, si hace un milagro en las próximas horas, seré la primera en cantar sus loas)

Bola: ¿Qué haría yo sin tí? Celebro que ames mi desidia (hay quien la aborrece)