jueves, 28 de junio de 2007

Toledian Nights (II)

Proclamo: en que entregue el trabajo que tengo entre manos (es un decir), me tenderé cuan larga soy en un sofá rojo que yo me sé, y no habrá grúa que me levante ni segurata que me desaloje. (Es muy posible que a la vez me entregue a los gozos de Baco con la botella de Martini que guardo en mi armario).

No deja de fascinarme cómo las cosas nunca salen como las planeo. Y últimamente, menos que jamás. De hecho, básicamente sólo veo dos constantes en mi vida (?) cotidiana:
1) una vez a la semana se actualiza el blog, con preferencia a horas intempestivas; 2) soy un guiñapo.

Menos mal que hoy me han legado una imagen del Santo Expedito. A ver si obra pronto algún milagro.

(sí, tengo sueño y estoy de un sentimental que no me tengo...¿qué pasa?)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa imagen de San Expedito que dices obró milagros en mi. Rézale con devoción, no te apartes del recto sendero de la fe y verás como tarde o temprano te acabarás convirtiendo en un hombre de provecho.

MARMOTE dijo...

Conmuévesme. ¿Cómo sabías que mi máxima aspiración y causa de mis desvelos es llegar a ser un hombre de pro?

Anónimo dijo...

Que es exactamente un guiñapo? Por su fonética no suena precisamente como algo que asociaría con marmote. Ya sabes que para mí siempre serás "pancreas".

MARMOTE dijo...

Bola: lo que me faltaba por oir en un día como hoy. Te lo perdono sólo porque te quiero, y porque conozco tanto tus zafios gustos apelativos como tu nulo oido musical.
(sí, hasta "guiñapo" suena más dulce y afectuoso que "páncreas")

inédita dijo...

Marmote, ten fe en San Expedito, te lo dice una de sus máximas proselitistas, porque obró sus maravillas incluso sobre un descarriado Juególogo. Así que ni te imaginas lo que puede conceder a chicas formalitas y puras como nosotras. Yo ya he catado su bondad.

MARMOTE dijo...

Tienes razón, Inédita. Perseveraré en la fe. Si San Expedito ha obrado tales maravillas en los que son aún más fieles de San Lorenzo, a pesar de su gusto por la parranda, el descoco y los disfraces procaces, tendrá piedad para los que sólo hemos ido a un par de esas legendarias fiestas.